sábado, 6 de julio de 2013

marylin monroe




marylin monroe



[no hay nada que temer salvo el propio miedo…]
[no hay nada que temer salvo el propio miedo…]


en el cerebro de marilyn monroe martillea una 
y otra vez un verso del poema que garabateó meses 
atrás...

un reloj marca las veintidós horas diez minutos 
del día cuatro de agosto del sesenta y dos y espera 
recostada en la cama, que agentes de los servicios 
secretos ejecuten la pena de muerte


[no hay nada que temer salvo el propio miedo…]
[no hay nada que temer salvo el propio miedo…]


fue declarada culpable del delito de violaciones múltiples
que perpetraron sobre su cuerpo y espíritu uno tras otro, 
james dougherty, yves montand, frank sinatra, los kennedy, 
elia kazan, marlon brando o tony curtis


[no hay nada que temer salvo el propio miedo…]
[no hay nada que temer salvo el propio miedo…]


en el instante preciso en que el verdugo aplica 
la dosis letal, cierra los ojos y por última vez recuerda,
tal vez con ternura, a joe dimaggio y arthur miller


[no hay nada que temer salvo el propio miedo…]
[no hay nada que temer salvo el propio…]
[no hay nada que temer salvo…]
[no hay nada que temer…]
[no hay nada…]
[no hay…]
[no…]
[…]





Fernando Sabido Sánchez








1 comentario:

zUmO dE pOeSíA (emilia, aitor y cía.) dijo...

En zUmO dE pOeSíA tenemos publicados muchos poemas de Marilyn Monroe. Últimamente éste:

No vuelvas a visitarme,

niñita sola y asustada,

no vuelvas nunca más,

no vuelvas cuando todos me miran,

cuando mi amor me abraza,

cuando cientos de manos

aplauden fervorosas

y cientos de ojos

me desean.

No vuelvas nunca más,

niña que nunca te has ido

de mi lado.


(Estos poemas fueron traducidos al español por José Luis García Martín y publicados en su blog Café Arcadia.)

Saludos desde Granada (España).