LAS LÁGRIMAS DE UNA MUJER SON UN RECURSO TÁCTICAMENTE IRREPOCHABLE
Una mujer desconocida Me arroja algo similar a piedras y se oculta detrás del corazón
El suelo está húmedo cuando me arrodillo Pero no la temo
II
LA AMISTAD SE ENCUBRE BAJO INFINITAS CAPAS DE BARNIZ
No vienen los amigos a consolar mi soledad y sólo lo juzgaría como un acto de misericordia
Pero si se acerca un extraño a ofrecerme su amistad
Desconfío
III
HIPOCRESÍA
Se generaliza la hipocresía La madre de todas las guerras asesina a sus hijos como una vieja puta y el amor es la turbación que nos excita visionando añejas películas en technicolor
Hasta la felicidad se vende cada noche impregnada en unas rayas de cocaína
IV
ESCEPTICISMO
Nos refugiamos en el escepticismo al no ser capaces de poner orden en lo cotidiano
¿Para qué nos creó a su imagen y semejanza un Dios inexistente?
V
CADUCIDAD
Venimos al mundo con un código de barras Grabado en el vientre Justo encima del sexo Absolutamente indescifrable para los humanos
Creen los iniciados en ciencias esotéricas Que sólo le vale a la muerte Para conocer nuestra fecha de caducidad
VI
DEPENDENCIA
Quise exiliarme del tiempo, del amor y la ternura para curar mi inclinación a las pasiones libertinas y se oxidaron los sentimientos en la ausencia
Nunca lo dije a nadie, es preferible callar porque siempre terminan ladrando los perros
VII
LA FELICIDAD
Fui feliz unas horas o quizás no tanto Tal vez fue un instante
Y aún no lo entiendo
VIII
LA HERMOSURA NO SE REFLEJA EN LOS ESPEJOS
Ante la belleza perdida entre las grietas de los años intuyes el abismo y las ortigas del miedo despliegan lazos negros en tu alma
¡Cuanta hermosura niegas si te ciñes al dictamen de un espejo!
IX
LA TELEVISIÓN
Deberías apagar la televisión, me aterra el resplandor acrílico de tus pupilas
No es mi intención protegerme pero no deseo que vuelvan los fantasmas en una noche preñada de posibilidades
X
LA CONCIENCIA
Me educaron para mirarme la conciencia en los espejos
Y en estas latitudes de mi vida busco por las atracciones de feria sólo espejos cóncavos o convexos
No concibo tu misantropía Ni el olor a ceniza que desprende Jamás contemplé la posibilidad Que el amor tropezara en las rocas En su trayectoria hacia la muerte
Tiempos de cal abrasando el coraje La certeza mortal de las cifras
La lluvia apagó nuestra esperanza El día que nos visitó el hastío
II
Miro atrás, una gran parte de mi vida sólo son posos, retazos de películas en blanco y negro, botellas vacías que me vendieron para llenarlas de propósitos inútiles, e inexplicablemente no me siento un hombre fracasado
No creo en ángeles, tampoco en demonios, sólo en el sol que nos abrasa con absurda persistencia
Al inmigrante clandestino le leen sus derechos los policías que le detienen periódicamente por indocumentado
2
La pederastia practicada por un sacerdote no la considera su religión un gravísimo pecado
Les ampara un inmemorial derecho de pernada
3
Miles de cubanos venezolanos o ecuatorianos preferirían comer todos los días y que no les hablaran persistentemente de las perversiones del capitalismo
4
Los subsaharianos pueden visitar España en calidad de turistas
Siempre que vengan en patera
5
Ante la Asamblea General de la ONU aquel Presidente pronunció un trascendental discurso
Reconoció el derecho de los parias de la tierra a circular libremente por el Tercer Mundo
6
Dicen que cada vez se lee menos poesía
Tienen razón para qué mierda necesita una sociedad tan individualista a los poetas
Nos alcanza la locura cuando pretendemos superar el infortunio que se yergue amenazante tras la quimérica presencia de un milagro
Y nos conjuramos con ella para el enésimo asalto baldío a la felicidad
II
Sin mezclarse con los sueños la noche se desentiende de noctámbulos que intercambian caricias, con las manos cosidas a unos cuerpos que declinan
Hemos resistido algunos años en una ciudad sin poetas, pidiéndole a la vida sobrevivir a pan y agua mientras el sanedrín de ancianos libaba un vino caliente
Se alejan los cuerpos del sexo y queda la lealtad a la espera de que los médicos emitan un diagnóstico que impregne de razón la agonía infinita de los hombres
Pero todo podría ser bastante peor, si no pudiésemos tener a alguien que nos ame desinteresadamente
III
Comenzamos nuestra historia amorosa de forma vulgar, respetando los semáforos para salir indemnes de accidentes carnales, hasta coreamos plegarias que ahuyentaban la libido en última instancia
Fuiste tú la que tiró la primera piedra renegando de la virginidad, de las culpas, rompiste las reglas fagocitando con descaro nuestras ancestrales convicciones
Y a pesar del tiempo transcurrido o de las largas discusiones metafísicas que mantenemos, no está claro cual de los dos practica antropofagia con el otro
IV
Quiero pasar desapercibido y vivir encerrado en mí mismo que la sangre de mis heridas gotee hacia dentro sin escandalizar
Aún así no tardarán en gritarme desde los púlpitos los que no soportan mi indiferencia y exigirán que revele todos mis secretos como si en ello les fuera la vida
Rebosa la ciudad de gente que me desprecia sin conocerme a la que envilece una aversión congénita
V
Mírame para que no cristalicen tus lágrimas bajo los párpados que te ocultan de la noche y pueda amarte en un descampado del invierno
Podré escuchar tus secretos y gritar la ternura en voz baja cuando extraigas del alma el relente nupcial de los cuchillos
La soledad no le pidió permiso, se alojó clandestinamente en las grietas de la vejez y en el corazón calcificado el día en que apenas existía ya en sí mismo
Algunos blues y otros pertrechos para una eternidad bajo tres palmos de tierra no ahuyentaron el olor de la ambrosía, había perdido toda su fe en lograr acercarse a las hogueras y en perdurar
Esa misma noche, el anciano preparó las maletas por si acaso
II
Vendrá la muerte a confundirnos con otros no seres angustiados por las noches frías del delirio y nos vestirán con sudarios de olas trasparentes para ubicarnos en los vértices de un quimérico tablero de ajedrez
Vacío de amor y tiempo el corazón maldecirá la ausencia del afecto y la anfibología del sexo nos hará impotentes a la excitación peregrinando la eternidad por un abrupto letargo de fruiciones disonantes y abstractas
III
Presiento que enterramos las viejas canciones de amor, que el viento de la umbría deshoja nuestro libro verso a verso sin demorar el arribo de la muerte
Recuerdo los placeres del ensueño, el ungüento invisible que nos salvó a veces del naufragio sin juramentos apócrifos, la infidelidad desprovista de estigmas, las ascuas
Ahora, cada palabra, cada letra, vagará por un paisaje inhóspito de algarabía, nómadas en una selva de pájaros que desafinan el silencio rompiendo olas de lágrimas negras, tal vez crisálidas a contraluz trepando la oscuridad para ponerse a salvo de un espejismo inútil
IV
Permanezco en silencio esperando nada No es un poema sobre la muerte Tampoco de erotismo El narcisismo nunca me trasmite euforia
Mi ironía es el decorado para una película Una maqueta La sala de cine está vacía Otro día que pasaré inadvertido
V
Desprovisto del erotismo en el declive grisáceo de su existencia un náufrago, acróbata en ansiedades aunque proscrito tramita posibilidades, súbitos relámpagos supervivencias
Contumaz con su destino comparece al regreso de la clandestinidad
Es la penúltima soflama e injuria la obsesiva dependencia del sexo
VI
Amé en secreto muchas veces implorando pasiones inéditas, rompí escarchas lleno de esperanza y encontré corazones convexos Me negaron mujeres de sexualidad imprecisa y abracé cuerpos desnudos con deseos ajenos, hasta el siempre prosaico reducto de la infidelidad alcanzó a rechazarme
Amé labios que me ocultaron la sonrisa, a mujeres de sexo solidario inmersas en la causa con una fe ciega y el alma empapada Amé vírgenes aferradas al dogma de hogueras pretéritas, a prostitutas y en verdad, a mi mismo
Podría contar la realidad con palabras más dulces, si no supiera que algún día me amará sin prejuicios la muerte
Entre sedas ocultan
los despojos de los ídolos
del lascivo acoso
de las ancianas sacerdotisas
Porque murmuran
la cicatriz húmeda de tu virginidad
peinas de negro
el corazón encendido de tu frente
dime muchacha si tu vida
es de espinas o caricias
Sobrevives para dar
un nuevo nombre a la farsa
y odias
que te juzguen cuando estás soñando
II
Te has desnudado y el deseo
no penetra en mi cuerpo
cerrándome todos los caminos
que bajan a tu vientre
cuando intuyo que ha llegado
el momento del suicidio
Perdí la voz
en el grito desesperado del aquelarre
negándole otras horas
a la bóveda de cristal de mi reloj
y te rechazo después de suplicarte
que me ames a escondidas
III
Sabes que hace siglos ya no nos hablamos
aunque sigamos día a día arrojándonos
palabras
y escenificando la condena cierta a soportarnos
sin ser capaces de colocar en nuestro lugar
estatuas
Nos queda tan sólo conocer el último secreto
cual de los dos leerá el discurso
en el funeral del otro
IV
Me acercas tus manos arrancadas de la tierra
a través de la noche del viento y del amor
manchadas por un vino endurecido y áspero
que derrama vino añejo sobre las abejas
Las tomo entre las mías y me moja el sudor frío
que intenta devolver la furia de la sangre
al corazón cien veces malherido
por las amargas impurezas de la miel
V
Amo a una mujer y mi existencia
se prolonga en un vuelo ingràvido
alma, cuerpo y maternidad
mas al amor no lo reconocería si faltara el deseo
la pasión
o el misterio que se esconde en un abrazo
Renuncio a quedarme atrapado
en el borde impalpable de la espuma
sin unir espíritu y materia
Se apartaron del sexo dejando atrás
las fábulas sustantivas y una pasión
enhiesta y militante
Uno de ellos, sólo uno, cerró los ojos
y pensó que todos nos planteamos
la huida en algún momento
hasta que el frío nos empuja a regresar
convictos y confesos
Para sobrevivir en una incurable
persistencia
II
MASTURBACIÓN
Amaina la tempestad en tu cuerpo
Y te desplomas sobre el lecho
Al socaire del último naufragio
Sobre la mesilla de la habitación
Una lámpara de cristal de Murano
Refleja el enésimo crepúsculo
Fraguado en los océanos de la soledad
III
EL MIEDO
Se sentía libre
Lamiéndole el sexo
Provocando tempestades
Algoritmos
Múltiples orgasmos
Encantamiento
Aunque jamás
Le acarició el alma
Por miedo
IV
ARTIMAÑAS
Poseía una voz estridente
y una risa nerviosa que la hacían
insoportable
Hasta sentía vergüenza
de que me vieran con ella
No me importó declararle amor eterno
o llamarla preciosa en privado
si a cambio conseguía follármela
Estas artimañas las repetí
con otras mujeres
siempre que se presentó la ocasión
He sido un gran hijo de puta
Lo reconozco
V
NADA ES PERFECTO
Cuando me la presentaron supe
Que era una gran mujer
Atractiva, culta, inteligente
Había viajado por múltiples países
En los que coqueteó
Con los intelectuales
Y artistas más reputados
Unas copas más tarde
Me lancé a sus brazos
Y acabamos en la cama
Comprobé que en esa tesitura
Era bastante inexperta
Nada es perfecto
Obviamente
VI
EN LA SOLEDAD DEL SEXO
En la oscuridad, sobre un lecho de abenuz
el deseo dormita a trasmano entre caricias
imaginadas, erótico trasiego y lascivia,
mientras, el alacrán del sexo despierta
evocando nocheviejas frenéticas
Entreacto, un rumor de sábanas de seda,
una antología de manuscritos rompe el maldito
silencio y cede el aliento cuando explotan
los sentidos, esquirlas, retazos de lluvia
que apaga el fuego entre psicofonías
y el grito final, preludio de una vacilante
duermevela
Son las cinco y la madrugada se ha perdido
en la clausura de la habitación, sin conversar
con nadie, sólo la ilicitud del solitario placer
apacigua mi soledad,
soledad que no alcancé siquiera a compartir
(Poemas de mi libro:Las diosas ocultan su sexo
detrás de la luna)
Quiero que me expliques vagamente cómo eres
porque nos hemos visto siempre entre paréntesis
respirando el olor a barniz de los violines
Y sólo me permites amarte
en la breve pausa de cada sinfonía
II
OCULTO MI VOZ
Hemos enlazado nuestras manos
para no coger el vaso de ginebra
y poder hablar antes de emborracharnos
Cuentas que tus amores siempre han sido breves
porque acaban desgastándose a la intemperie
y que tus amantes la primera noche
graban en tu piel las iniciales del fracaso
Oculto mi voz para no encenderte las promesas
pero es posible que por primera vez sobrevivas
III
EL TIEMPO PERDIDO
Será porque resbala como llorando el agua
por un cuerpo que apenas noto que respira
me atrevo a preguntar si has vuelto satisfecha
a regresarme el tiempo que he perdido
Has lavado tus pechos con la humedad del alba
montando las pasiones sobre caballos negros
que fingen la suave caída desde un escalofrío
y vuelves ya enferma a pronunciar mi nombre
IV
VUELVE LA MIRADA
Vuelve la mirada
hacia el campo de cerezas
para contemplar tu rostro horneado de muchacha
mientras tus ojos derraman la última lluvia
Has llegado temprano a tu vida
y no reniego del milagro
al que me convocaron las trompetas
hasta el lecho del agua donde nos conocimos
Hace de ello más de un siglo
y el espectro de la locura
me regresa el temor
al pensar que todo estaba escrito
Persiste el dolor, un dolor de perros, ha nevado toda la noche y no espero que te compadezcas o me muestres al despertar una sonrisa desdibujada
Recuerdo que en la cumbre del amor, mis sentidos eran agujas que marcaban la libertad en un reloj inmóvil de sigilos, tus pechos, lunas en llamas que se cimbraban entre detonaciones dulces de sangre
Aunque sabía que nada nos ataba ¿Dónde estás ahora? ¿Qué maldición me envuelve?
Amor, no mueras, cada día es un amargo despertar sin esperanza, ciego de rabia, sé que más allá de tus brazos hay un mundo con grietas en las que se disolverán los deseos y el amor no ocupará un lugar subrayado
Pero amor, no mueras nunca
ESPEJISMOS Fernando Sabido Sánchez
Presiento que estamos enterrando las viejas canciones de amor, que el viento de la umbría va deshojando nuestro libro verso a verso sin demorar el arribo de la muerte
Recuerdo los gemidos del ensueño, el ungüento invisible que nos salvó a veces del naufragio sin juramentos apócrifos, la infidelidad desprovista de estigmas, las ascuas
Y ahora cada palabra, cada letra vagará por paisajes inhóspitos de algarabía, nómadas en una selva de pájaros que desafinan el silencio rompiendo como olas de lágrimas negras nuestros sueños, tal vez crisálidas a contraluz trepando la oscuridad para ponerse a salvo de espejismos baldíos
*****
Fernando Sabido Sánchez. Peñarroya (Córdoba) España. Año 1950 Poeta y Pintor Abstracto Libros de poesía editados: -EL PASO DEL TIEMPO -LAS DIOSAS ESCONDEN SU SEXO DETRÁS DE LA LUNA -VIVENCIAS, MENTIRAS Y ALGÚN MATIZ UTÓPICO
Fernando Sabido Sánchez. Born in 1950 in Peñarroya (Córdoba) Spain. Poet and abstract painter. Volumes of poetry published: -EL PASO DEL TIEMPO -LAS DIOSAS ESCONDEN SU SEXO DETRÁS DE LA LUNA -VIVENCIAS, MENTIRAS Y ALGÚN MATIZ UTÓPICO
DESCONFÍO DE LOS QUE SOBREVIVEN ENTRE
ARTIFICIALES LUCES DE NEÓN
Desconfío de los que acunan en sus brazos
la belleza sin atreverse a complacerla,
no son seres de otros mundos, están a nuestro
lado, por todas partes
Aseveran cerrando los ojos que la amistad,
el amor y la solidaridad no les conciernen
Hoy tienen miedo y sus propósitos son ambiguos
Mañana será demasiado tarde
II
EL MILAGRO
El infinito te espera en la carne refulgente
de las crisálidas, en gotas y gotas de desavenencia
que te vedaron la ternura y humedecieron
con tenacidad los oscuros latidos del desamparo
Tu existencia es sólo la espera de un milagro
o del penúltimo quiebro a lo irremediable,
de una Patria, de poder teñir de sutileza
el luto de todas las lágrimas
Casi no te conozco y anhelo sumergirme
en tus raíces, entre los sueños y la luz
que te marginan
Aún perteneces al mundo
y el mundo está en deuda contigo
III
UN LENGUAJE CORPORAL CARENTE DE SINTAXIS
Trepas con destreza por las escenografías
Adoptando en las cúspides una pose fingida
Un lenguaje corporal carente de sintaxis
Levitando sobre el tiempo
Que con total precisión nos describe
El libro de instrucciones del fracaso
Confusa es tu silueta obscena y arrogante
De promiscuo contorno azabache
Prieta geometría que no entiende
De abordajes ni lógica
Con verdades a medias y relojes sin horas
Que enhebras a la desnudez
Encogiendo sin pudor los hombros
Se consuma el crimen, la mordaza ciñe
la amputada carne impúber del pretérito,
el placer proscrito y extirpado en ceremonias
salvajes e inhumanas que imponen un letal
claroscuro a la sexualidad
El disfrute se anestesia en la ceguedad
de la herrumbre, el derecho al goce se transforma
en nieve sobre los páramos del sexo, brocal
inútil que enluta la voluntad sordomuda
Tras la mirada perdida, pentagrama de tristeza
sin dicción, sólo un soplo de belleza gris
En aquel corazón arrojado al abismo perdurará
la malherida caligrafía de una mujer
Es absurdo hacer preguntas cuando nadie se considera culpable sabiendo del clandestino inmigrante que burla a la muerte fraguado en el cemento gris de una patera
Mientras callamos las miradas se desvían del infame naufragio la noche oscurece la memoria de los cementerios marinos ignorando al sobreviviente que se inscribe en un vejatorio desafío para vencer a la miseria
Engañamos al oído que desprecia los gritos encadenados de la desesperación ahogando los murmullos que se congelan en el iceberg racista de la sangre y transitamos confundidos las horas del miedo abrazados a la vergüenza que nos es ajena
Mientras en las catacumbas de la justicia de muerte se condena a los cadáveres
CXLIX
Equidistante de incertidumbres y certezas posee la vanidad de quién se sabe investido en la sabiduría del visionario y suicida en la presunción de creer no haberse nunca equivocado
Protagonista de un pacto con los dioses del Olimpo a cambio de poderes inquilinos que distraigan su codicia enterrando la verdad intangible de la Historia o numerando el vacío de los márgenes
Enarbola banderas que no le pertenecen desatando las pasiones con frases ensayadas nunca consistentes argumentos sólo sonidos lanzados a las vísceras empapadas en la hiel de los nostálgicos
CL
Sin un motivo aparente distanciaste las visitas a mi casa con frialdad meditada hasta que un día al salir cerraste la puerta para siempre sin despedirte y me han contado de tu viaje más allá de nuestras tardes
Ahora los días inmovilizan mi tristeza tus palabras nacerán en otra intimidad mientras disfrazo la soledad de espera
Nuestro amor se busca entre las sábanas húmedas del amanecer y duerme cada noche bebiendo el veneno de los arrepentidos quise que la distancia desatendiera las leyes de la física y abrieras tus ojos en el laberinto del recuerdo
Pensarás que nada permanece vivo para siempre que tus huellas desaparecerán confundidas en el tiempo
El olvido no pregunta y siempre entra sin llamar en las conciencias
CLI
Bajo tierra yacen las palabras pronunciadas y en su silencio se perpetúa el dolor de su significado
Callan los vocablos que hablarían de un amor en ese instante vivo aunque olvidado hoy la angustia que ciñe a tu pérdida convierte en inútiles los atajos dónde el recuerdo eterniza el sabor amargo de las horas
No puedo quejarme por no haberte ilusionado aunque me resta el derecho a poseer tu recuerdo vivo pálpito inútil en el paisaje vencido de mi cuerpo que mezcla las emociones con la evidencia del abandono
CLII
Cree en las pequeñas realidades cotidianas y en que la Historia se gestó saturando cementerios vacilante declamador de letanías conversador circunspecto con suaves rasgos de nostálgico
Prejuzga a la mujer actual de metafísica misógino en la premura de aislados escarceos amante de sí mismo impenitente bebedor en las liturgias satisfecho de jugar con trampa al solitario
Evoca la soledad como estandarte no dice lo que piensa ni a sí mismo haciendo responsable al destino de sus actos su secreta vocación es cruzar calles vacías y subir las escaleras ignorando los peldaños
Nada se pregunta cuando la muchedumbre alarga sine die su letargo imperturbable en la cómplice solidaridad del resignado
CLIII
Te he esperado sin tiempo para desnudar mi memoria atajando la ilegalidad del recuerdo aferrado a la verdad subjetiva de mi historia
La vida es una búsqueda constante que la imaginación dilata mas allá de lo posible cómplice incrédula de una felicidad sólo imaginada sólo presunta apariencia que contraviene la insensibilidad de ciertas normas
Ahora espero en este hosco paisaje en el que se depositan los escombros indefenso en tu apatía caminando hacia un exilio en el que no existen los sueños investido en la pesadumbre de la culpa vulnerable en la imperecedera verdad de tus quimeras
CLIV
Me adentré en una muchedumbre plagada de impostores sabiéndome uno de ellos y me impactaron los ojos tristes e infelices de los resignados
Se intuían las ráfagas del miedo en los imprecisos movimientos y la docilidad sonámbula enquistada en la costumbre conversos de una fe invisible y necesaria vacíos abducidos por credos infalibles gregarios que anhelan alcanzar un liderazgo inútil
No supe de su procedencia apellidos o raza pero hoy les debo el disfrutar del transeúnte resplandor de los elegidos
CLV
Una tregua te imploro en el litigio enmascarado con resplandor de lejanías huellas disimuladas sin sentido de una verdad detestable y nunca compartida
Paisaje que aborrecen las miradas sepultado allá donde termina aferrado al tiempo que no cesa de saquear deslealmente nuestros plazos
Puedo impedir el impreciso límite de un olvido pactado en lo posible sin avanzar por el borde del abismo disputando con mi convicción tan evidente
En el mar el pecado se sumerge sin necesidad de enterrarlo cada noche
CLVI
Con un salto al vacío deseas pasar tu tiempo de repente para nacer en otra vida
El vestigio de la evidencia se mezcla con el azul del cielo que nunca conociste ausencia de luz en tus ojos empañados por las lágrimas de un túnel cegado por la rabia
El desamor precipicio que separa nuestras vidas y tu alma que agoniza en el estertor de un espejismo te impregnan de infelicidad
Mientras solo repito palabras vacías e inútiles porque al fin has comprendido el que yo agnóstico o tal vez ateo pretendo que te abraces a mi nada
CLVII
Se demanda estérilmente a la conciencia de los que recurren a las guerras pretextando extender la libertad y lanzan dardos de muerte a la frágil esfera de cristal de un planeta que navega a la deriva
Ríos de sangre exaltan el instinto depredador de los patriotas animales sedientos de victorias lujuria que encubre cualquier atisbo de razón en el abismo oscuro de sus mentes
La mentira transfigurada en verdad universal bombardea sin descanso los cerebros la razón de Estado es la coartada de los visionarios para sepultar a la justicia cómplices de una ambición contaminada en el artificio de la realidad
Expoliando las vidas ajenas consiguen ser los invitados de honor en el festín diario de la muerte
"Cançó sense nom"
"On vas amb les banderes i avions i tot el cercle de canons, que apuntes al meu poble? On vas amb la vergonya per galó, i en el fusell i dus la por, que apuntes al meu poble?
On vas quan ja l'infant no vol jugar, perquè el carrer vessa de sang i ets tu qui l'omples? On vas quan ja l'infant no pot mirar ni el blau del mar ni aquell cel blau i ets tu qui el robes?
On vas amb les banderes? On vas amb avions? On vas? On vas? On vas amb els fusells? On vas amb els canons? On vas? On vas?
Me reclamas desde la oscuridad para que me abrace a tu isla y hablarme de amor sin alzar la voz
Apenas noto el sonido de tu aliento que se adhiere a mi piel reclinando la cabeza y busca admiración en los pájaros
Yo callo mientras ardemos y el placer dilata los vasos sanguíneos contagiados de una lujuria que nos suplica y fatiga al corazón revivido
Llueve un agua limpia sobre las palabras y por primera vez no destiñen tus labios
LXXXII
Es la época del témpano de lo individual y negamos la existencia a los seres que invocan la muerte abrazados a un mar sin esperanza
Es la hora obscena de la bruma que se desliza entre monólogos de ciegos y hasta pintamos de negro las paredes con la sombra inocente de los niños
Nada está ya donde solía y malgastamos nuestro tiempo anestesiando los placeres
LXXXIII
Nos alcanza la locura cuando pretendemos superar el infortunio que se yergue amenazante tras la quimérica presencia de un milagro
Y nos conjuramos con ella para el enésimo asalto baldío a la felicidad
LXXXIV
Sin mezclarse con los sueños la noche se desentiende de noctámbulos que intercambian caricias, con las manos cosidas a unos cuerpos que declinan
Hemos resistido algunos años en una ciudad sin poetas, pidiéndole a la vida sobrevivir a pan y agua mientras el sanedrín de ancianos libaba un vino caliente
Se alejan los cuerpos del sexo y queda la lealtad a la espera de que los médicos emitan un diagnóstico que impregne de razón la agonía infinita de los hombres
Pero todo podría ser bastante peor, si no pudiésemos tener a alguien que nos ame desinteresadamente
LXXXV
Mírame para que no cristalicen tus lágrimas bajo los párpados que te ocultan de la noche y pueda amarte en un descampado del invierno
Podré escuchar tus secretos y gritar la ternura en voz baja cuando extraigas del alma el relente nupcial de los cuchillos
Y sepa que volverás a ser la misma de siempre
LXXXVI
Posees la arrogante necesidad de volver a creer en algo ahora que por fin has entendido mis contradicciones y enciendes las luces de emergencia fabricando una posdata que te permita estimar tu vida
No será la primera vez que me sucede aunque nunca lo reconocería y no me arrepiento de que coincidiéramos plagiando a las parejas que se enamoran en la concurrida soledad de un andén de Metro
LXXXVII
Regresa para decirme que sigues existiendo aunque hayas levitado alejando tu cuerpo de la gravedad de la tierra creyéndote invisible
Ahora ocupo el espacio vacío de tu intimidad y busco las palabras que dejaste sembradas para intentar comprenderte
LXXXVIII
Cuando llegue la muerte Estaré solo Como lo estaba cuando me tentó Una serpiente con palabras impares O cuando me abandonaron Compañeros de política e insomnios Los hijos que crié El sentimiento y la lágrima La perspectiva El futuro La fe y el diablo
Cuando llegue la muerte Estaré solo Si el amor no inventa un milagro Y me alcanza
LXXXIX
Quiero pasar desapercibido y vivir encerrado en mí mismo que la sangre de mis heridas gotee hacia dentro sin escandalizar
Aún así no tardarán en gritarme desde los púlpitos los que no soportan mi indiferencia y exigirán que revele todos mis secretos como si en ello les fuera la vida
Rebosa la ciudad de gente que me desprecia sin conocerme a la que envilece una aversión congénita
XC
Comenzamos nuestra historia amorosa de forma vulgar, respetando los semáforos para salir indemnes de accidentes carnales, hasta coreamos plegarias que ahuyentaban la libido en última instancia
Fuiste tú la que tiró la primera piedra renegando de la virginidad, de las culpas, rompiste las reglas fagocitando con descaro nuestras ancestrales convicciones
Y a pesar del tiempo transcurrido o de las largas discusiones metafísicas que mantenemos, no está claro cual de los dos practica antropofagia con el otro
XCI
He gastado mi tiempo Buscando en la mujer Claridad Infinito Gestación Un cuerpo desnudo Orillas Estallidos Y hallé Un amplio espectro De indolencia
Sólo al regreso La diosa maya Ixmucané Vertió fertilidad Sobre la tierra árida De mi ateísmo
LA CANCIÓN DESESPERADA (Pablo Neruda)
Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy. El río anuda al mar su lamento obstinado.
Abandonado como los muelles en el alba. Es la hora de partir, oh abandonado!.
Sobre mi corazón llueven frías corolas. Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!
En ti se acumularon las guerras y los vuelos. De ti alzaron las alas los pájaros del canto.
Todo te lo tragaste, como la lejanía. Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio!
En la infancia de niebla mi alma alada y herida. Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!
Era la alegre hora del asalto y el beso. La hora del estupor que ardía como un faro.
Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego, turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio!
Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo. Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio!
Hice retroceder la muralla de sombra, anduve más allá del deseo y del acto.
Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí, a ti esta hora húmeda, evoco y hago canto.
Como un vaso albergaste la infinita ternura, y el infinito olvido te trizó como a un vaso.
Era la negra, negra soledad de las islas, y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta. Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.
Ah mujer, no sé como pudiste contenerme en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!
Mi deseo de ti fue el más terrible y corto, el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido. Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas, aún los racimos arden picoteados de pájaros.
Oh la boca mordida, oh los besados miembros, oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.
Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo en que nos anudamos y nos desesperamos.
Y la ternura, leve como el agua y la harina. Y la palabra apenas comenzada en los labios.
Ése fue mi destino y en él viajó mi anhelo, y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!
Oh, sentina de escombros, en ti todo caía, qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron!
De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste. De pie como un marino en la proa de un barco.
Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes. Oh sentina de escombros, pozo abierto y amago.
Pálido buzo ciego, desventurado hondero, descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!
Es la hora de partir, la dura y fría hora que la noche sujeta a todo horario.
El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa. Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.
Abandonado como los muelles en el alba. Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.