martes, 5 de enero de 2010

IRINA, Por Fernando Sabido Sánchez










Irina, joven dinámica y de apariencia frágil
poseía el don del erotismo
Su honor quedó en entredicho y le clavaron
cuchillos en el corazón cuando más feliz era
los que juzgaban como un vicio abominable
sus habilidades y se abalanzaron sobre su sexo
las sombras, el silencio y el pecado

En tan duros momentos cerró los ojos
y soñó el día en que abriría las ventanas
gritando hasta desgañitarse






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3 comentarios:

Ricardo Miñana dijo...

Aqui te dejo un saludo y buenos deseos para ti en el dia de reyes.

Que tengas una feliz semana
un abrazo
RMC

Duna dijo...

Fernando, corto pero con la meridiana claridad, que hace sentir la abominable mediocridad de algunos...

Muchos besos,amigo.

María BlancaNieves dijo...

Guardo silencio porque aún sigo abrochada a la perfecta mezquindad del fantasma de mi ayer...

Me levanto y te aplaudo.

Un beso grande.