sábado, 30 de mayo de 2009
TIEMPOS DE CRISIS, Por Fernando Sabido Sánchez
I
Es absurdo hacer preguntas
cuando nadie se considera culpable
sabiendo del clandestino inmigrante
que burla la muerte
fraguado en el cemento gris
de la patera
Mientras callamos
las miradas se desvían del infame
naufragio
y la noche oscurece la memoria
de los cementerios marinos
ignorando al sobreviviente
que se inscribe en un vejatorio desafío
para vencer a la miseria
Engañamos al oído
que desprecia los gritos encadenados
de la desesperación
ahogando los murmullos congelados
en el iceberg racista de la sangre
y transitamos confundidos las horas
del miedo abrazados a la vergüenza
que nos es ajena
Mientras en las catacumbas de la justicia
de muerte se condena a los cadáveres
II
La noche llega despacio a la hora
en que se sientan a la mesa vacía
los nuevos inquilinos de los suburbios
con la muerte comprada a plazos
en la perversa realidad que ha roto
el sueño de la tierra prometida
Mueve el viento las cortinas
que nunca han existido en esta casa
Fue inútil el viaje a través
de algún desierto o resistir
la embestida de las olas
polizón en los relámpagos de un barco
anclado en un lugar
perdido en la memoria
Desde la acera una farola ilumina
la habitación hiriendo con levedad
las sombras
De madrugada es posible
que alguien les contrate su trabajo
y comprarán en el supermercado
lo imprescindible para engañar
al hambre
o tal vez sería buena idea
dejarse apresar sin resistencia
para poder sobrevivir
a expensas de los contribuyentes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Duele Fernando, duele mucho.
Porque la esperanza se busca siempre en la tierra prometida, porque todos en algún momento de la historia la buscamos y porque la desesperanza en cualquier momento se presenta y nos tocara cruzar la frontera, montar en la patera, caernos de la balsa y morir de sed en el desierto.
Se te quiere.
Fernando, tu poema es magnifico, no hay mucho que añadir, salvo sentir el significado profundo de tus letras y la sensibilidad que tienes y tener más conciencia social.
un abrazo,
Fernando que bien escribes, es un gusto leer tu buena forma y tu contenido, que tiene mucha razón.
Un placer pues visitarte.
Un cordial saludo.
Rocío
engañamos al oído... nos engañamos casi todos los días...
lo imprescindible para engañar el hambre... para sobrevivir
magnifico poema
un abrazo
Publicar un comentario