Edvar Munch
I
No conozco la pátina del odio
pero sé de la condición del hombre,
las aleaciones que conforman la actitud,
la frágil indumentaria de la voluntad
Inútil obcecación la de los que rechazan
amar sin fundamentos, todo apariencia,
sin lograr alcanzar a ser nunca
más que una pantomima de sí mismos
II
Mientras aquel hombre saciaba
sus deseos, que no los tuyos
y el animal te amancillaba al unísono
cuerpo y espíritu, tallaste en tu vientre
entre incontables cicatrices machistas
los itinerarios de la libertad
Ahora sabes que no fue un espejismo
Del poemario: Deja que la muerte concluya su trabajo
2 comentarios:
los espejismos siempre suelen ser fragmentos del miedo
Hola amigo Fernando,es evidente que tus evidencias saben de lo que hablan.
Saludos.
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