miércoles, 24 de junio de 2009
ALZO MI HUMILDE VOZ, Por Fernando Sabido Sánchez
I
LA LIBERTAD
No llores cuando los malditos
Dancen sobre la tumba de tu libertad
Hazles creer que el ataúd está vacío
II
CREENCIAS
No concibo que crean en los dioses
y se postren ante unos atributos inventados,
aunque no inflijan daño a nadie
Sólo a sí mismos
III
HIPOCRESÍA
Se generaliza la hipocresía
La madre de todas las guerras asesina
a sus hijos como una vieja puta y el amor
es la turbación que nos excita visionando
añejas películas en technicolor
Hasta la felicidad se vende cada noche
impregnada en unas rayas de cocaína
IV
LA CONCIENCIA
Me educaron para mirarme
la conciencia en los espejos
Y en estas latitudes de mi vida
busco por las atracciones de feria
sólo espejos cóncavos o convexos
V
LA INVENCIÓN DEL APOCALIPSIS
ES EL CHANTAJE MÁS REFINADO
PERPETRADO CONTRA LA HUMANIDAD
Espero ante un mar enfurecido el pálpito
de los descontentos
y la revolución que los excite
Los dioses nos parieron vulnerables
ante el Apocalipsis
Entretanto, las campanas de las iglesias
tocan a difuntos y los sumos sacerdotes
bendicen desde los púlpitos
nuestro linaje conformista
VI
LA ETERNIDAD
Suspendidas en la duración de Zeus,
deslumbrantes estatuas entonan panegíricos
a los dioses del Olimpo
Erectas, con los ojos saturados
de belleza inacabada semejan espíreas
que gritan o susurran en función
de un viento despiadado
Rebosa el tiempo y las excita
un ansia de inmortalidad
VII
EUTANASIA
...Pero de tanto pensar y recordar
el viejo cae aturdido. Y se duerme
apoyado en la mesa del café.
Constantinos Cavafis
Proclaman los hombres desde la cumbre
de su madurez que el célebre milagro de la vida
es una suma de contingencias, con los años
se han convertido en unos seres obstinados
tejidos con hilos de tiempo desiguales
y absolutamente asimétricos
Por lo que a mi me atañe, el postrer
empeño será despertarme día a día
e ir declinando en lo físico con la memoria
casi intacta,
anhelo impedir que unos psicópatas
ultra católicos se apropien de mis despojos
e inciten a los médicos a conectar cien cables
a un cuerpo clínicamente desahuciado,
que no se aprecie con certeza
si sobre el lecho de mi agonía
late el corazón de un hombre o de una máquina
A veces sueño que un anciano enfermo
y exhausto, en la plenitud de la consciencia,
dispone su muerte y se adentra paso a paso
en algún mar desconocido con la mirada fija
en la línea inaccesible del horizonte
.
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2 comentarios:
bien Fernando, muy bien, especialmente LA CONCIENCIA, además acompañados por la gran Janis Joplin
un abrazo poeta
Definitivamente necesito tus libros.
Soberbio.
La libertad...increible.
y esa conciencia que te miara todas las mañanas en el espejo.
Que nos guiñe un ojo.
Besos
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