
XLVIII
Amor roto, huellas inocentes
en el agua dulce de las edades,
un sueño que mutila las almas
tal vez, por el declive cruel
de la proximidad
La identidad reclama un mundo
sin cerrojos,
un martirio que no usurpe
las conciencias
Hasta la traición frecuenta
caminos adyacentes
IL
El Dictador
Tomó el poder
Desplegando
Banderas
Y plegando
Intelectuales
***
El Coronel golpista
Emuló a su homónimo
Fronterizo
En soflamas
Paranoia
Y perpetuidad
***
La Camarilla transita excesos
Y vicios apócrifos
Cada noche
Amanece
Vomitando represión
Con nombres y apellidos
L
Desprovisto del erotismo
en el declive grisáceo de su existencia
un náufrago,
acróbata en ansiedades aunque proscrito
tramita posibilidades, súbitos relámpagos
supervivencias
Contumaz con su destino
comparece al regreso de la clandestinidad
Es la penúltima soflama
e injuria la obsesiva dependencia
del sexo
LI
Frecuento el amor de forma absurda,
busco los reversos, la posición
en la que no hay espejos ni rostros
sonrosados
Pude beber el néctar, saciarme,
e imaginé una trampa, amante sin amor,
abrazar la nada en un paisaje de costumbres
Ya soy libre, libre en el vacío,
en la infelicidad, libre y rodeado de tu ausencia
sublime
¿Dónde estás amor mío?
Me encuentro con Bukowski y Lowry,
un trago, otro trago, es medianoche
y ya no sé si bajo a los infiernos o escapo
LII
En días aleatorios
si así lo prefieres
participa de mi locura,
un propósito cabalístico
de infinitas posibilidades
A nuestras almas nómadas
no las unirá jamás
un manual de hipocresías,
ni mil horas malgastadas
ensayando contraseñas
La cordura no otorga
patente de inmortalidad
LIII
De haber nacido en Israel, Croacia
o Mali, tampoco llevaría en el corazón
una religión o una patria
Espero que ortodoxos y nacionalistas
me entiendan
LIV
Amanezco con vida,
hoy es el día oportuno
para escapar de la rutina
que me está matando;
empecemos por tirar a la basura
los errores mecanográficos
y un mosaico de quejas
para dedicarme por completo
a la creación,
tengo que salir a toda prisa
de un hogar devastado
por el último terremoto
En algún lugar, alguien
me venderá amor de segunda mano
a cambio de poemas con acentos
contenidos y pagaré con creces
por ello
Debo hacerlo con urgencia,
ahora mismo, antes de que escape
vivo éste sueño
LV
Ser amado
Sin poder amar
Ni saber del amor
En mil noches ciegas
De pasión a secas
Y la torpeza púrpura
De no poder sentirlo
Otro día estéril
En tus cálidos brazos
Tan cerca de tu sexo
Jadeando vacíos
No podré amar nunca
Mas no te detengas
LVI
Vivió solo, proscrito
Buscó amistad
Compañía
Un amor
Y encontró silencio
Sólo la poesía
Le acogió entre los suyos
Buscó la muerte
Ese día, todos aplaudieron
Al paso del ataúd
El despropósito
LVII
Juntos, sí, pero sólo físicamente
sin que nuestras almas teñidas de imperfección
se hablen o inclinen ante la certeza
Por eso estamos solos, una y uno
en cada instante de ausencia compartida
que se lanza contra nuestras conciencias
y las condena a desacostumbrarse
La vida se ha transformado en muerte anunciada
y sólo nos queda mirar para otro lado
como si no nos estuviera sucediendo a nosotros
LVIII
Recibo carta y extrañamente no es del banco
Ni de la compañía telefónica
Reconozco tu caligrafía e intuyo el naufragio
Entre folios de reproches merecidos
Se desliza una demanda de divorcio
LIX
Madre, espérame sin lágrimas
en la góndola solitaria de la muerte,
o sobre el musgo que nace
bajo la puerta cerrada de nuestra casa
de huérfanos
Ante soledad tan fría, lunar
de impermanencia
me amarro a un exilio inútil
y mi fe hiberna en los vértices de la lluvia
que inmortaliza tu ausencia
Madre,
el dolor me fuerza a vivir
con tonalidad de umbría
LX
Cuando los ancianos pasean por un parque
Se puede oír la convulsión del tiempo en los pasos
Físicamente exhaustos, alzan la voz para decirnos
Que los dioses no existen
Que fueron abandonados a su suerte
En el primer peldaño de la vida
Atiendo y les pregunto sobre fruiciones
Placeres carnales o trasiegos eróticos
Y desde el hastío sólo admiten como cierta
Alguna fantasía lasciva
¿Por qué no salen de las sacristías a reconocerlo
los vendedores de humo?
LXII
La soledad envilece la agonía del anciano,
no le corteja una mujer que beba sus deseos
en el vaso del vómito o le procure caricias por última vez
La evocación le transporta a la noche desnuda,
a la hora límite en que la muerte le mostrará su sexo
Desde la nada
LXIII
Los policías confiscaron de mis bolsillos un mechero,
los murmullos de la gente, discursos, sueños,
algún pensamiento, los propósitos de libertad
y la ética cincelada con letras en oro de varios quilates
Uno de ellos hasta rebuscó en mis vísceras indicios
de cocaína, maquillajes, el sexo y los credos
¡Es el Sistema! ¡Democracia vigilada y vigilante!
-gritaron a coro para silenciar un leve conato de rebeldía-
Joven, ya estás prevenido para la cadena perpetua
de la madurez
¡Enhorabuena!
LXIV
Emana tu ateísmo de un país sometido
en el que los buitres sobrevuelan las guerras
despreciando la hambruna de los niños soldado
Sólo la impenitente crueldad de la muerte les recompensa
saciándolos con un macabro festín cada día
LXV
Con plegarias pretendes recuperar la fe
pero sólo consigues alejar la desconfianza por un tiempo
Debes admitir que tus súplicas no merecen
la complacencia de los dioses
LXVI
Pende de un hilo su vida y las palabras
le arden en una mudez áspera
que desmienten en la agonía a los silencios
Se despide del aire que le asfixia con prisas
y se precipita sin miedo al infinito
LXVII
Persevera en un ensueño de dioses, remontando
los contrasentidos con tibias pesadillas o quimeras
y hoy se asoma a un día de tantos con pasos largos
que le alejen de su sombra
Alienta la arrogante vocación de ser él y dibuja
en el aire el juego de la vida, denostando la bondad
que pervierte su corazón con sutiles artimañas
Sólo es un hombre que mira hacia otras formas
pero el mundo le juzga en la quietud de la locura
Juntos, sí, pero sólo físicamente
sin que nuestras almas teñidas de imperfección
se hablen o inclinen ante la certeza
Por eso estamos solos, una y uno
en cada instante de ausencia compartida
que se lanza contra nuestras conciencias
y las condena a desacostumbrarse
La vida se ha transformado en muerte anunciada
y sólo nos queda mirar para otro lado
como si no nos estuviera sucediendo a nosotros
LVIII
Recibo carta y extrañamente no es del banco
Ni de la compañía telefónica
Reconozco tu caligrafía e intuyo el naufragio
Entre folios de reproches merecidos
Se desliza una demanda de divorcio
LIX
Madre, espérame sin lágrimas
en la góndola solitaria de la muerte,
o sobre el musgo que nace
bajo la puerta cerrada de nuestra casa
de huérfanos
Ante soledad tan fría, lunar
de impermanencia
me amarro a un exilio inútil
y mi fe hiberna en los vértices de la lluvia
que inmortaliza tu ausencia
Madre,
el dolor me fuerza a vivir
con tonalidad de umbría
LX
Cuando los ancianos pasean por un parque
Se puede oír la convulsión del tiempo en los pasos
Físicamente exhaustos, alzan la voz para decirnos
Que los dioses no existen
Que fueron abandonados a su suerte
En el primer peldaño de la vida
Atiendo y les pregunto sobre fruiciones
Placeres carnales o trasiegos eróticos
Y desde el hastío sólo admiten como cierta
Alguna fantasía lasciva
¿Por qué no salen de las sacristías a reconocerlo
los vendedores de humo?
LXII
La soledad envilece la agonía del anciano,
no le corteja una mujer que beba sus deseos
en el vaso del vómito o le procure caricias por última vez
La evocación le transporta a la noche desnuda,
a la hora límite en que la muerte le mostrará su sexo
Desde la nada
LXIII
Los policías confiscaron de mis bolsillos un mechero,
los murmullos de la gente, discursos, sueños,
algún pensamiento, los propósitos de libertad
y la ética cincelada con letras en oro de varios quilates
Uno de ellos hasta rebuscó en mis vísceras indicios
de cocaína, maquillajes, el sexo y los credos
¡Es el Sistema! ¡Democracia vigilada y vigilante!
-gritaron a coro para silenciar un leve conato de rebeldía-
Joven, ya estás prevenido para la cadena perpetua
de la madurez
¡Enhorabuena!
LXIV
Emana tu ateísmo de un país sometido
en el que los buitres sobrevuelan las guerras
despreciando la hambruna de los niños soldado
Sólo la impenitente crueldad de la muerte les recompensa
saciándolos con un macabro festín cada día
LXV
Con plegarias pretendes recuperar la fe
pero sólo consigues alejar la desconfianza por un tiempo
Debes admitir que tus súplicas no merecen
la complacencia de los dioses
LXVI
Pende de un hilo su vida y las palabras
le arden en una mudez áspera
que desmienten en la agonía a los silencios
Se despide del aire que le asfixia con prisas
y se precipita sin miedo al infinito
LXVII
Persevera en un ensueño de dioses, remontando
los contrasentidos con tibias pesadillas o quimeras
y hoy se asoma a un día de tantos con pasos largos
que le alejen de su sombra
Alienta la arrogante vocación de ser él y dibuja
en el aire el juego de la vida, denostando la bondad
que pervierte su corazón con sutiles artimañas
Sólo es un hombre que mira hacia otras formas
pero el mundo le juzga en la quietud de la locura
8 comentarios:
Los versos del IL, son maravillosos y los últimos espléndidos. Me quedo con todos, hay tanto qué descubrir en ellos, Nando.
La indiscutible fuerza de tu poesía traspasa fronteras, eres MARAVILLOSO.
Te quiero mucho.
Ay, casi me retiro sin mencionarte que me agrada mucho más el vestido nuevo de tu recinto poético, luce más elegante... me gusta y te beso.
Buenos y profundos. Para deleitarse.
Un seguidor incondicional.
¡Excelente!
Saludos!
maría, sí, creo que la casa como tú dices está más acogedora y elegante
aunque lo importante sois vosotros
los visitantes, deseo que os sintáis
como en la vuestra, te quiero
nando
José Antonio, agradezco tus visitas a
mis letras, más viniendo de un gran escritor que me tiene viviendo en su blog junto a grandes poetas y amigos
comunes
un fuerte abrazo
nando
silvia beatriz, gracias por tus palabras y aprovecho para felicitarte por tus letras y por la tarea de
divulgación de la escritura en tus revistas
un abrazo y a tu disposición
nando
Siempre que cuento con tiempo,subo a mi nave blogera y salgo de blogs...
Ya sabes que me encanta pasar de visita por aquí, vengo siempre porque me reconforta. Hoy llego desde Cuentos y Orquídeas y tengo un nuevo cuento a ver si gusta, hecha esta la invitación entonces, te mando un fuerte abrazo. Mucha luz y hasta pronto...
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