Siento que voy muriendo hacia dentro, de pie,
con los ojos abiertos a duras penas
Camino desnudo, apresuro el paso sorteando
mareas para que lo terrenal no me siembre
en campos yermos y designios fugaces
Sólo a ti te deseo, abrásame, átame a tu sexo
y muramos juntos con las últimas sombras,
deja a un lado las lágrimas negras, la comparsa
de espectros que te torturan, el grito áspero
del pasado
Heme aquí, agitado, el corazón malherido y ciego
Lléname de pasión los últimos días
De mi libro:Deja que la muerte concluya su trabajo
3 comentarios:
Un poema pleno de fuerza y pasión, mu bien construido. Me gusta mucho. Un abrazo.
Realmente bello. El final redondo.
Un saludo.
Me fascina cuando te expresas así, con esa fuerza arrolladora que te caracteriza.
Sólo habrá que faltarle el respeto a la muerte y continuar en el sendero del amor y la pasión.
Bellísimo poema Nando.
Un beso grande con toda mi alma.
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