jueves, 4 de febrero de 2010
LAS DIOSAS ( XI AL XX ) Por Fernando Sabido Sánchez
XI
LA HUIDA
Se apartaron del sexo dejando atrás
las fábulas sustantivas y una pasión
enhiesta y militante
Uno de ellos, sólo uno, cerró los ojos
y pensó que todos nos planteamos
la huida en algún momento
hasta que el frío nos empuja a regresar
convictos y confesos
Para sobrevivir en una incurable
persistencia
XII
MASTURBACIÓN
Amaina la tempestad de tu cuerpo
Y te desplomas sobre el lecho
Al socaire del último naufragio
Sobre la mesilla de la habitación
Una lámpara de cristal de Murano
Refleja el enésimo crepúsculo
Fraguado en los océanos de la soledad
XIII
EL MIEDO
Se sentía libre
Lamiéndole el sexo
Provocando tempestades
Algoritmos
Múltiples orgasmos
Encantamiento
Aunque jamás
Le acarició el alma
Por miedo
XIV
LA INDOLENCIA ANEGA LA CIUDAD DE PECES
Hay días en los que es preferible apartarse
de sí mismos, disimular, en derredor la ciudad
quema el silencio con alaridos de tristeza
bajo una bóveda púrpura de inexistencia
Pensé en mentir la amistad, borrar de mi rostro
las huellas de tiempos aciagos, pero la gente
agoniza bajo la cal o vive asomándose al abismo
y no creyó en mis razones y condición
Qué importa el resplandor del alma, el amor
o el afecto a unos seres que sólo resisten
endeudados y sobreviven a la mezquindad
sabiéndose dueños de una sepultura perpetua
XV
MALTRATO
Mujer, lluvia en tus ojos
Piel de niebla y azafrán
Violencia, fanal oscuro
Yermos campos del sexo
Amor sepultado en savia
Luna en la madrugada
A solas
Ávido el corazón de vientos
Distante la voz del alma
Apóstata de un hombre
Al que amas aún
Contraluz en el afán baldío
Antes que arruine tu cognición
Mejor, a solas
XVI
SINCERIDAD
Mi amante es una mujer poco explícita
aunque jamás me ha mentido
El día que intimamos prometió que sería
absolutamente infiel el resto de su vida
Pero siempre excita mi ego con un delicioso
café jamaicano en las infrecuentes ocasiones
que amanece en mi cama
XVII
ENSOÑACIÓN
Pasó a mi lado una ensoñación casi rozándome
e ignoré el hallazgo, porque siempre he detestado
el aliento tan femenino del placer
Elijo la realidad, aunque sea como la hermana
mayor que nos hizo llorar en todos los momentos
mágicos de nuestra infancia
XVIII
LAS LÁGRIMAS DE UNA MUJER SON UN RECURSO
TÁCTICAMENTE IRREPOCHABLE
Una mujer desconocida
Me arroja algo similar a piedras
y se oculta detrás del corazón
El suelo está húmedo cuando me arrodillo
Pero no la temo
XIX
HIPOCRESÍA
Se generaliza la hipocresía
La madre de todas las guerras asesina
a sus hijos como una vieja puta y el amor
es la turbación que nos excita visionando
añejas películas en technicolor
Hasta la felicidad se vende cada noche
impregnada en unas rayas de cocaína
XX
ESCEPTICISMO
Nos refugiamos en el escepticismo al no ser
capaces de poner orden en lo cotidiano
¿Para qué nos creó a su imagen y semejanza
un Dios inexistente?
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1 comentario:
Realmente explendido cada poema, a cual mejor.
Una gran lectura.
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