XXI
CADUCIDAD
Venimos al mundo con un código de barras
Grabado en el vientre
Justo encima del sexo
Absolutamente indescifrable para los humanos
Creen los iniciados en ciencias esotéricas
Que sólo le vale a la muerte
Para conocer nuestra fecha de caducidad
CADUCIDAD
Venimos al mundo con un código de barras
Grabado en el vientre
Justo encima del sexo
Absolutamente indescifrable para los humanos
Creen los iniciados en ciencias esotéricas
Que sólo le vale a la muerte
Para conocer nuestra fecha de caducidad
XXII
DEPENDENCIA
Quise exiliarme del tiempo, del amor
y la ternura para curar mi inclinación
a las pasiones libertinas y se oxidaron
los sentimientos en la ausencia
Nunca lo dije a nadie, es preferible callar
porque siempre terminan ladrando los perros
XXIII
LA FELICIDAD
Fui feliz unas horas
o quizás no tanto
Tal vez fue un instante
Y aún no lo entiendo
XXIV
LA HERMOSURA NO SE REFLEJA
EN LOS ESPEJOS
Ante la belleza perdida entre las grietas
de los años intuyes el abismo y las ortigas
del miedo despliegan lazos negros en tu alma
¡Cuanta hermosura niegas
si te ciñes al dictamen de un espejo!
XXV
TELEVISIÓN
Deberías apagar la televisión,
me aterra el resplandor acrílico
de tus pupilas
No es mi intención protegerme
pero no deseo que vuelvan los fantasmas
en una noche preñada de posibilidades
XXVI
MUJERES SILENCIADAS
Indudablemente hay mujeres dichosas,
pero hay muchas que sólo sobreviven
pisando uvas de sangre, las hay de pálida
mirada que lloran a solas sin hacer ruido,
las hay maltratadas, violadas, perseguidas,
humilladas, lapidadas, silenciadas,
suicidas, sometidas o las que ya
son sólo en las estadísticas un número frío
A todas éstas
¿Qué calaña de Justicia en una sociedad
deshumanizada las ampara?
XXVII
EL OLOR A MISERICORDIA DE LA NOCHE
Fusionada con el olor a misericordia
de la noche, promiscua, me alcanza
tras el vértigo la música de Aurora
en un súbito ensueño
Lluvia de corcheas y algoritmos,
de estrellas,
improvisada partitura que mana
de la inagotable ubre del piano,
hoguera viva que impulsa la luz
de entre las sombras
Brota en los surcos del pentagrama,
va in crescendo, sus notas maduran
circulando por las venas,
pasión de infinitud sobre las alas
de un pájaro de fuego, nocturno
que hace fluir mi verso en libertad
De pronto se aleja, va extinguiéndose
e inevitablemente como la madrugada
muere la melodía, para volver a renacer
una y mil veces desde el tiempo
XXVIII
INTEMPERIE
Aquel hombre virtuoso cubrió tu desnudo
colmándolo de infinitas posturas amatorias
y alumbró con colores los paisajes sepias
pintando acuarelas de imposibles crepúsculos
Hoy, sumida en la confusión, has renunciado
a abrasarte con el resplandor del sexo
y eliges recorrer descalza otros laberintos
seducida por el vértigo de la intemperie
¿Qué fue del huracán que rompió los cristales
de una piel revestida de asexualidad?
XXIX
LA NADA
Puedo palpar la nada
En la utopía
En el amor que enmudece
En las cenizas de la muerte
En el filo de las navajas
En la misericordia de los dioses
Y puedo palparla
Cada noche junto a mí
Bajo las sábanas
XXX
INALCANZABLE AMOR
Inalcanzable amor
Que empuja al tiempo
Por sustratos violetas
Donde ladran los perros
Sin acallar el castigo
Castigo a la codicia
De caricias imaginadas
Esbozando vacíos
En crepúsculos cercanos
Y vértigos distantes
Distantes las almas
Latitud de ausencia
La imparcialidad de la luna
Cierra los párpados
Al volcán del deseo
Deseo sin cópula
Ni sortilegios ascéticos
Clausura cicatrices
En los corazones rotos
Poniéndolos a salvo
XXXI
FACTOTUM- A Charles Bukowski
Acodado en la barra
de un garito en el Greenwich Village
Henry Chinaski pide al barman
el enésimo vaso de sexo con hielo
mientras pronuncia
unas palabras ininteligibles
dirigiéndose a unos tipos
tan jodidamente ebrios
como él
-Hoy me han despedido
de un empleo sórdido
y sin ningún sentido
en el Times
pero soy el mejor apostador
de carreras de caballos
de América
y el único escritor
que provee a la gente
de las mentiras que necesitan
para seguir existiendo
Sobre el escenario
una striper se contonea
a sabiendas
de que puede enloquecer
a cualquier hombre
XXXII
EXTRAMUROS
Encapsulados en los cuerpos
Los relojes de la noche marcan
La anarquía del tiempo
Latitud estéril e imperfecta
Que resbala por los bordes
De una piel desatendida
En los intersticios, el fuego
Quema las manos y se dispersan
Las cenizas por algún útero
Errante o clandestino
La ciudad convulsa
Acoge en su regazo
Los despojos de los héroes
Que no han muerto en la diáspora
Y al miedo
Talismán de los cobardes que reniegan
De las cálidas sílices del éxtasis
Extramuros de una sociedad
Que sobrevive
Entre mentiras compulsivas
EL OLOR A MISERICORDIA DE LA NOCHE
Fusionada con el olor a misericordia
de la noche, promiscua, me alcanza
tras el vértigo la música de Aurora
en un súbito ensueño
Lluvia de corcheas y algoritmos,
de estrellas,
improvisada partitura que mana
de la inagotable ubre del piano,
hoguera viva que impulsa la luz
de entre las sombras
Brota en los surcos del pentagrama,
va in crescendo, sus notas maduran
circulando por las venas,
pasión de infinitud sobre las alas
de un pájaro de fuego, nocturno
que hace fluir mi verso en libertad
De pronto se aleja, va extinguiéndose
e inevitablemente como la madrugada
muere la melodía, para volver a renacer
una y mil veces desde el tiempo
XXVIII
INTEMPERIE
Aquel hombre virtuoso cubrió tu desnudo
colmándolo de infinitas posturas amatorias
y alumbró con colores los paisajes sepias
pintando acuarelas de imposibles crepúsculos
Hoy, sumida en la confusión, has renunciado
a abrasarte con el resplandor del sexo
y eliges recorrer descalza otros laberintos
seducida por el vértigo de la intemperie
¿Qué fue del huracán que rompió los cristales
de una piel revestida de asexualidad?
XXIX
LA NADA
Puedo palpar la nada
En la utopía
En el amor que enmudece
En las cenizas de la muerte
En el filo de las navajas
En la misericordia de los dioses
Y puedo palparla
Cada noche junto a mí
Bajo las sábanas
XXX
INALCANZABLE AMOR
Inalcanzable amor
Que empuja al tiempo
Por sustratos violetas
Donde ladran los perros
Sin acallar el castigo
Castigo a la codicia
De caricias imaginadas
Esbozando vacíos
En crepúsculos cercanos
Y vértigos distantes
Distantes las almas
Latitud de ausencia
La imparcialidad de la luna
Cierra los párpados
Al volcán del deseo
Deseo sin cópula
Ni sortilegios ascéticos
Clausura cicatrices
En los corazones rotos
Poniéndolos a salvo
XXXI
FACTOTUM- A Charles Bukowski
Acodado en la barra
de un garito en el Greenwich Village
Henry Chinaski pide al barman
el enésimo vaso de sexo con hielo
mientras pronuncia
unas palabras ininteligibles
dirigiéndose a unos tipos
tan jodidamente ebrios
como él
-Hoy me han despedido
de un empleo sórdido
y sin ningún sentido
en el Times
pero soy el mejor apostador
de carreras de caballos
de América
y el único escritor
que provee a la gente
de las mentiras que necesitan
para seguir existiendo
Sobre el escenario
una striper se contonea
a sabiendas
de que puede enloquecer
a cualquier hombre
XXXII
EXTRAMUROS
Encapsulados en los cuerpos
Los relojes de la noche marcan
La anarquía del tiempo
Latitud estéril e imperfecta
Que resbala por los bordes
De una piel desatendida
En los intersticios, el fuego
Quema las manos y se dispersan
Las cenizas por algún útero
Errante o clandestino
La ciudad convulsa
Acoge en su regazo
Los despojos de los héroes
Que no han muerto en la diáspora
Y al miedo
Talismán de los cobardes que reniegan
De las cálidas sílices del éxtasis
Extramuros de una sociedad
Que sobrevive
Entre mentiras compulsivas
XXXIII
AMOR LIBRE
Cuando sonaron en el pik-up
Las primeras notas de je t´aime mais non plus
Y los susurros eróticos de Jane Birkin
Follando con Serge Gainsboroug
La chica a la que asediaban cinco o seis hombres
Dejó caer la ropa con naturalidad
Y se desnudó con estilo
Sin estridencias
Tendió la mano
A un joven de aspecto bohemio
Y se alejaron manoseándose
Hacia el interior de la casa
Los demás seguimos a lo nuestro
Bailando y bebiendo
Sin escandalizarnos
AMOR LIBRE
Cuando sonaron en el pik-up
Las primeras notas de je t´aime mais non plus
Y los susurros eróticos de Jane Birkin
Follando con Serge Gainsboroug
La chica a la que asediaban cinco o seis hombres
Dejó caer la ropa con naturalidad
Y se desnudó con estilo
Sin estridencias
Tendió la mano
A un joven de aspecto bohemio
Y se alejaron manoseándose
Hacia el interior de la casa
Los demás seguimos a lo nuestro
Bailando y bebiendo
Sin escandalizarnos
.
2 comentarios:
Well I assent to but I about the post should prepare more info then it has.
Que lindo es pasar por tu sitio,me raconforta leerte,siempre tan bello todo por eso pasare siempre.Esta vez llego desde Cuentos y Orquideas y de paso invitarte a leer un nuevo cuento,espero te guste y sea de tu agrado.Mucha luz y hasta pronto...
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