martes, 14 de julio de 2009

EN LA MEMORIA, Por Fernando Sabido Sánchez





I

LOS HELADOS LABERINTOS
DE TU AUSENCIA



Sigo buscándote cada noche
cuando en la casa
cesa el rumor de las ventanas
y las quemaduras levantan
alambradas de acero
que tratan de apresar
los gemidos del insomnio

¿Recuerdas?

Cada noche a las doce
explotaban las estrellas
y gritábamos mil veces
a la espera de un latido
de la lluvia azul de los cristales
o de un soplo súbito
de eternidad
suspendida en la luz ferviente
de los besos

En mi corazón
no hay olvido ni sueños
la luna se oscurece
envuelta en la ceniza
para no alumbrar
los helados laberintos
de tu ausencia



II

DEBES VOLVER A LA ESTACIÓN
SIN PRISAS



Permaneces secuestrada
en ti misma
recluida en la expectante espera
de un imaginario aviso
del destino
sombra que empuja el viento
por las dudas cómplices
de tu letargo

No te es posible viajar
hasta el rincón de tu interior
que aún no conoces
es un castillo de arena
en el sueño de tu playa
despoblada

Bajaste de aquel tren
en una estación sin nombre
de un lugar desconocido
sin equipaje
y te vistió la noche
la soledad
o el frío que te enferma
del invierno

Nada puedo decirte
aunque me preguntaras
has roto hasta el reloj
que marcaba el tiempo
en el constante naufragio
de tu vida

Debes volver a la estación
sin prisas
y elegir algún lugar con nombre
para despertar en primavera
entre el humano murmullo
de otras gentes







.

3 comentarios:

Lisandro dijo...

Espectacular post... no soy muy analitico y ni tampoco critico, solo digo lo que me hace sentir tu poesia... un abrazo!

Leni dijo...

Impresionante¡¡
Has hecho que exploten las estrellas y que amanezca la primavera.
Haces sentir vivencias como propias.

Abrazos

Leni dijo...

Por cierto el tema...
Es de mis favoritos.

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