
Comentario del autor:
En arte no todo vale, como en todas las facetas de la vida.
Una reciente visita a una perfomance me llevó a escribir
estas reflexiones, que son sólo eso, reflexiones personales
a una exposición en concreto.
LA PERFOMANCE
Iluminadas por dos bombillas Osram
de cuarenta vatios, reposan sobre
una rústica mesa de madera de pino
unas cuartillas atestadas de dibujos pintados
a tinta china y unos versos garabateados
e ininteligibles, seguramente desechados
por algún poeta amigo del artista
Al otro lado, postrados en una silla de inválido,
nos observan varios fetiches manchados
de semen y objetualidad en decúbito supino
Un visitante, al parecer versado en neoartes
aproxima su pomposo trasero a la escultura,
quizá como estrategia para desestructurar
los mecanismos asumidos en la contemplación
de las imágenes
Guiña el ojo izquierdo, luego el derecho
y al circunvalar por enésima vez el montaje
descubre un cenicero repleto de colillas
Aturdido ante la aparición de tan banal objeto
saca un cigarrillo de su chaqueta, lo que concita
las iras del vigilante más próximo; èste, señala
braceando el rótulo de prohibido fumar
y explica a gritos que ese cenicero
es un básico elemento de la perfomance
3 comentarios:
Genial!!!!!. Un cierre muy bueno. Un placer leerte y conocer este blog. Te felicito.
Jajaja..muy bueno!.. a veces ves un cubo de plástico y no sabes si es Arte, o es que la señora de la limpieza está rondando por alli...:)
Un abrazo
Es que en neoarte todo está permitido, o quizá prohibido...
Muy bueno.
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