Escultura Luz Siete de RONALD MOLL
LA VERDAD
Me exiges la verdad
¿qué verdad, la tuya o la mía?
Suena insistentemente el teléfono
y formulas la misma pregunta
-¡Dime la verdad!
Ya ni siquiera te contesto
Y cuelgo
II
CREENCIAS
No concibo que crean en los dioses
y se postren ante unos atributos inventados,
aunque no inflijan daño a nadie
Sólo a sí mismos
III
INEXISTENCIA
Cuando ensombrezca mi jardín una nube
de pájaros, no abandonaré mis quehaceres
cotidianos
Nadie me ofrecerá solidaridad en una tórrida
tarde de agosto y hasta es posible
que me plantee formalmente la inexistencia
IV
LIBRE ALBEDRÍO
David Wark Griffit fue el gran pionero
del cinematógrafo y se enfrentó radicalmente
a la censura, pero un derrame cerebral acabó
con su vida prematuramente
Desde entonces, infinitos especímenes ultra
religiosos nos niegan el libre albedrío
Para velar por nuestra salvación, pontifican
V
EL MÁS ALLÁ
Preciso vivir en soledad para no parecerme
a nadie y hablo con el Más Allá preguntándole
con ansia
-¿Tú como eres?
No temo la muerte-explico-, lo que me horroriza
de la eternidad es volver a caminar entre otros
laberintos construídos con idénticos espejos
VI
LES ES IMPRESCINDIBLE QUE LOS SERES
HUMANOS NOS MANTENGAMOS ALEJADOS
DE LA REALIDAD
Cada colectividad engendra sus bufones
y en los días estériles los inventa
mirándose el rostro en los espejos
Vuelvo hacia ellos mis ojos
y la luz mancha de sombras inocentes
el rudimento de una danza que nunca pisará
los escenarios
VII
REALIDAD
Te diría, por ti lo dejaré todo
Y aunque no me creas, no poseo
absolutamente nada a lo que renunciar
2 comentarios:
Perpleja ante todo este torrente versado de su mundo poeta.
Seguiré en mi humilde caminar de la mano de la poesía enriqueciendo mi espíritu, gracias por compartir.
Bendiciones
Maricruz
Aca sigo amigo disfrutando de la excelencia de tu blog y tus letras, junto a mi amiga que veo me gano en responderte
Un abrazo
Monica
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