I
Cuando se ganó a pulso la inmortalidad
el océano le ofreció una botella vacía
arrojándolo ebrio a una isla deshabitada
en la que conoció la maldición bíblica
Buscó caminos que giraban a la izquierda
suplicando de la eternidad el indulto
o al menos la resurrección
moldeada en el barro que supura la muerte
II
Me gusta pensar en lo que me excita
sin implicarme en compromisos
subir peldaños de madera
desoyendo los crujidos de la escalera
desgastada
Escondo a la sed mi dependencia
para dar largos tragos el día de mañana
e improvisar sin esfuerzo las mentiras
III
Nos espera la eternidad liberada de recelos
cuando el ojo del gran hermano
no pueda vigilarnos
y volverá a hervir la fábula en los labios
en el lugar donde se reúnen todos los amantes
Podemos ser los elegidos
para escapar del milagro
y no tener que repetir besos furtivos
en los sótanos
IV
Has cerrado tus ojos y apretado los labios
y te ovillas como una niña recién alumbrada
aunque tu rostro apesta a tristeza
Puedo arrancar de tu pecho el hierro negro
hacer que tu cuerpo no muera
pero no es fácil sanar un corazón mordido
¿Sabes?
Muerden los que hieren la amistad
y se llevan las palabras sin pagarlas
V
Me duele tu alma en blanco y negro sin matices
y escribir este poema que me inspiras
que te siembres a la tierra
para que sólo el viento te cimbre
o que rechaces nuestra complicidad
por los prejuicios
Me duele tu amor ya intransitable
la presunción de la infidelidad
y que elijas tu realidad sin utopías
VI
De madrugada la vejez desliza un hierro frío
a través de mi garganta y escurre miradas de soledad
desde el borde del precipicio hasta los mares de la muerte
Has vuelto fugazmente a mi memoria
Atrapada en aquel Mayo de París donde nos conocimos
Escuchaba en la radio “Me and Bobby McGee”
en la voz de Janis Joplin
Escondo a la sed mi dependencia
para dar largos tragos el día de mañana
e improvisar sin esfuerzo las mentiras
III
Nos espera la eternidad liberada de recelos
cuando el ojo del gran hermano
no pueda vigilarnos
y volverá a hervir la fábula en los labios
en el lugar donde se reúnen todos los amantes
Podemos ser los elegidos
para escapar del milagro
y no tener que repetir besos furtivos
en los sótanos
IV
Has cerrado tus ojos y apretado los labios
y te ovillas como una niña recién alumbrada
aunque tu rostro apesta a tristeza
Puedo arrancar de tu pecho el hierro negro
hacer que tu cuerpo no muera
pero no es fácil sanar un corazón mordido
¿Sabes?
Muerden los que hieren la amistad
y se llevan las palabras sin pagarlas
V
Me duele tu alma en blanco y negro sin matices
y escribir este poema que me inspiras
que te siembres a la tierra
para que sólo el viento te cimbre
o que rechaces nuestra complicidad
por los prejuicios
Me duele tu amor ya intransitable
la presunción de la infidelidad
y que elijas tu realidad sin utopías
VI
De madrugada la vejez desliza un hierro frío
a través de mi garganta y escurre miradas de soledad
desde el borde del precipicio hasta los mares de la muerte
Has vuelto fugazmente a mi memoria
Atrapada en aquel Mayo de París donde nos conocimos
Escuchaba en la radio “Me and Bobby McGee”
en la voz de Janis Joplin
2 comentarios:
Excelentes y del video de Janis Joplin, qué decir, una auténtica joya, hacía mucho, mucho, que no escuchaba esa canción.
Un saludo.
que placer poder encontrarte y leerte, gracias por compartir, besos
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