lunes, 22 de junio de 2009

SIEMPRE EL CINE, Por Fernando Sabido Sánchez




I


MUERTE EN VENECIA


Me hechiza el cine de Luchino Visconti
La inmemorial muerte y resurrección de Venecia
Y los palacios en ruina que amenazan
Con ser devorados por el Gran Canal

Un muchacho de largos cabellos dorados
Agita la bandera del Arco Iris al atardecer
Y le inspira a Gustav Mahler
La Sinfonía Número Cinco





II


MARLENE DIETRICH


Se consagró en un cine primitivo, mudo
y nos deslumbró tan bella como la muerte
en El Ángel Azul
Viajó hasta las nieves perpetuas
en el Expreso de Shangai con Von Sternberg
y en Testigo de Cargo sus besos nacieron
de labios tallados en hielo
Fue musa de Willy Wilder y Orson Welles
la encumbró a los altares del celuloide
con Sed de Mal
Nos queda de ella la inmortalidad
escrita con la sangre añil de su estirpe
en los arcanos del Séptimo Arte

María Magdalena von Losh Dietrich
Marlene, la que fue diosa, única







.

4 comentarios:

Inés dijo...

Fernando, bendita inspiración!

muchos besos

Sandra Figueroa dijo...

Una belleza de letras. Saludos y beso desde Mexico. Cuidate.

Anónimo dijo...

mezclar cine y poesía.

muy lindo.

Saludos!!

Leni dijo...

Uff¡¡
Como has levantado dos columnas para recrear los sentidos.

"Si en el frente me hallo, lejos ¡ay! de ti
Oigo que tus pasos se acercan junto a mí…
Y sé que allá me esperas tú
Junto al farol… plena de luz
Lili… Mi dulce bien
Eres tú Lili Marlene "

Todo un referente en mitad de una guerra


Un verdadero placer leerte.

Un beso